Buenas prácticas ambientales en el sector Hotel y Restaurant
Buenas Prácticas Ambientales (Recurso de Agua):
Un grifo cerrado evita que se envíen al alcantarillado de 5 a 10 litros de agua por minuto.
La utilización de dispositivos de regulación de caudal de agua reduce de 20 a 8 litros el caudal, con la misma eficiencia.
En las cocinas: procurar la limpieza óptima de verduras en recipientes y no con agua en continuo.
Promover medidas para ahorrar en el lavado de toallas: el uso de toallitas de papel reciclado. De este modo se reduce el consumo de recursos innecesarios, dando opción a los usuarios a contribuir a la mejora ambiental.
Productos de limpieza: vigilar los productos químicos que se emplean en la limpieza de las instalaciones y buscar aquellos identificados como de una menor agresividad ambiental.
Procurar no utilizar detergentes que contengan fosfatos y/o cloro Instalar dispositivos limitadores de presión y difusores en lavamanos y duchas que permita en lavado adecuado pero con menor consumo de agua.
La limpieza de zonas comunes debe hacerse con barrido en seco y si se ha de trapear utilizar un balde.
Realizar inspecciones constantes de las tuberías de conducción de agua para detectar fugas.
Instalar censores en los baños, lavamanos, lavaplatos, etc., que activen el flujo de agua solo en la presencia de las manos o de los materiales a lavar.
Dar instrucciones necesarias a las personas que laboran en el arreglo y limpieza de los cuartos para que estén atentas a detectar fugas en las llaves, duchas del baño, equipos de aire acondicionado entre otros, para que reporten inmediatamente al responsable de mantenimiento.
Buenas Prácticas ambientales (Recurso Energético):
Si conectamos las lavadoras y los lavaplatos a media carga se consume mayor cantidad de agua, energía y detergentes.
Apagar los acondicionadores de aire, luces y ventiladores cuando se haga el arreglo de los cuartos en las horas de la mañana. Utilizarlos solo cuando sean necesarios.
En la cocina, los hornos, fuegos y placas deben ser limpiados frecuentemente para evitar que las grasas no impidan la transmisión de calor.
Mantener limpias las bombillas y luminarias permite un ahorro de hasta el 10%. Aprovechar al máximo la luz natural en el día y usar colores claros en las paredes minimiza el uso de energía eléctrica.
Un mantenimiento incorrecto supone mayor consumo de energía y una disminución de la vida útil de los equipos, con lo cual generamos más residuos y más gastos en repuestos.
Las lámparas fluorescentes cuando se encienden y se apagan constantemente consumen mayor energía, por eso es preferible dejarlas encendidas, por espacios mínimo de cinco horas.
Abrir las neveras, refrigeradores, cuartos fríos, etc., continuamente aumenta el consumo de energía, ya que se escapa el frío de los mismos.
Cuando se esta en el proceso de cocción de un alimento, se deben tapar los recipientes, de esta forma se evita la perdida de calor y por ende un consumo excesivo de energía.
Para el caso que la cocina tenga placa eléctrica, esta se puede apagar 10 minutos antes de acabar la cocción para aprovechar el calor residual.
Buenas Prácticas Ambientales (Residuos sólidos):
Las toallas y sábanas viejas se pueden utilizar como trapos de limpieza. Así se puede evitar el uso de servilletas o rollo de papel para tal fin, pues se aumenta la generación de residuos.
El aceite usado de las maquinas y de la cocina debe disponerse en forma adecuada, ya que este es altamente contaminante.
Generalmente debe evitarse el uso de pesticidas y herbicidas. En caso de necesidad se debe utilizar aquellos de menor agresividad ambiental y se debe tener en cuenta que los residuos de envases de estos productos son altamente tóxicos y como tal se deben tratar.
Si se generan menos residuos y menos aguas residuales, se disminuirán los costos asociados a su gestión, tanto de contaminación como de posibles sanciones.
Procurar comprar productos a granel, para evitar la generación de productos de empaques y/o envases.
Es preferible utilizar papel higiénico blanco, ya que este es más respetuoso con el medio ambiente que la compra de papel de colores, ya que en su fabricación se emplean colorantes y tinturas que contaminan el agua.
Emplear dispensadores de jabón líquidos en vez de jabones individuales en barra. Esto minimiza la generación de desechos y reduce costos.
Implementar la cultura de poco empaque a la hora de hacer las compras y además acordar con los proveedores la posibilidad de devolverles los empaques y de esta forma favorecer la reutilización.
No comprar las verduras y frutas en grandes cantidades, para evitar que estas se deterioren y se conviertan en un residuo orgánico.
En la compra de productos tener en cuenta materiales, productos y suministros con certificación ambiental.
Buenas Prácticas Ambientales (Recurso Humano):
La participación de todos los agentes en la conservación del medio ambiente es fundamental. Consiguiendo una mayor participación promoviendo actividades de educación ambiental en las instalaciones, haciendo más participe de la dinámica ambiental. Se recomienda colocar carteles informativos sobre las BUENAS PRÁCTICAS que pueden adoptar, como la separación en la fuente de los residuos, etc.
La capacitación ambiental del personal de la empresa y la información a los usuarios y clientes permite su colaboración para conseguir éxitos en los programas de minimización de consumos de recursos naturales que la empresa decida acometer.
Se debe fomentar en forma continua, prácticas de formación entre los empleados para que sepan comunicar a los clientes las mejoras ambientales de los servicios que ofrece el establecimiento; un buen programa de información ambiental ayuda a explicar a los usuarios y clientes el porqué de las actuaciones emprendidas; además de que da la oportunidad de solicitar la colaboración de los clientes.
Entre más sepa una empresa acerca del medio ambiente, tanto mayor serán las oportunidades que surgirán ante ella.